Siento unas ganas de bailar inmensas que no puedo trasmitir sólo con palabras ni sólo con el baile mismo, es por eso que pinto.
Busco el rojo más rojo que exista, busco el bronce, el cobre…¿quizá por instinto?
Busco que los movimientos se acompasen, que las corrientes de color se acompañen y se complementen, busco equilibrio, rotundidad, llenar el espacio pero también busco aire, busco silencio dentro del cuadro.
Busco la danza de los colores y de la materia, busco la flexibilidad, busco la contundencia de las formas, quiero que llenen el aire, que invadan el espacio y al mismo tiempo quiero que dejen lugar para soñar, visualizar y proyectar todo aquello que no podemos crear cuando la forma es rígida y determinada.
Al fin el turquesa y el azul danzan amistosamente en la misma sala de baile…. Esto me dice que aquí hay un gran descubrimiento, el azul puede ser igual de pasional que el rojo, sintiendo mucho y pensando cada vez menos.